viernes, 9 de diciembre de 2011

Rima XXXII

La luz de mi morena,
no la apaga ni la luna llena.
Que tiene por ojos dos soles,
que brillan en la noche más negra.

No apaga la luna su llanto,
que es música y oro, que es pena.
No abraza ya brazos de nadie,
ni ríe a la luna lunera.

No habla, no dice, no expresa,
su alma está lejos de ella.
Ya no es blanca la sonrisa de mi negra.
Ya no brilla más que la luna llena.

Pero brillan sus ojos,
su luz en ellos todavía tiembla.
Y espera con luz titilante,
la negra que viste de seda.

No apaga la luna lunera,
la luz de los ojos de mi negra morena.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Rima XXXI.

Os ecos do monte,
resoan na ialma,
No colo, un neno pequeno
que chora sen calma.

Non chores,
meniño, non chores.
Non chores
que as bágoas son caras.
Que os aires
tinxidos de medo,
xa choran por todos,
xa tran mortos e mágoas.

No fresco do río
"vermello" asolaga.
Arrastra o sangue dos mortos.
Dos homes que recibiron balas.

Non chores,
meniño, non chores.
Non chores,
que as bágoas non mandan.
Que rixen uns poucos no mundo,
e eses non merecen nada.

Nen choros, nin prantos,
Nen bágoas, nin mágoas.
Que asasinando ó mundo,
asasinan tamén a súa ialma.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Rima XXX

Dixera adeus a hortiña do pai,
con bágoas enxugadas e tinxidas
de dor e penosidades.

Dixera adeus ó tufo do pan do forniño da tía Maruxa,
adeus ós venres de xolda tralo chollo,
dixera adeus á nai que o amamantara.

Cunha carraxe endemoñada,
dixera adeus á casiña que habitara,
adeus ó fume da lareira,
ás castañas marróns
do laranxa outono.

Dixera, sen máis,
que se ía.
Que a saber cando volvía,
e se ese saber,
non se perdía
no mar de soños,
dúbidas,
medos,
e descubrimentos,
que ante tantos se abría.

Nai morreu,
e pai tamén.
De Lolo, Pedro
e Suso o de arriba,
non volvera saber nada.
E en Galiza,
naquela terra que o vira nacer,
xa non quedaba nada.
Xa non lle quedaba nada.


Castelao "En Galiza non se pide nada, emígrase"


Rima XXIX. Hoxe

Hoxe mírote,
e non sei aínda ben,
se es presente do presente,
negra sombra do pasado,
ou luz fugaz do futuro.

Hoxe mírote,
e cando me miras,
aínda tremo.
Aínda me asaltan dúbidas
se debín ou non
dicirche "Te quiero".

viernes, 7 de octubre de 2011

Vuelta de hoja y ajuste de cuentas.

Posiblemente esta sea una de las entradas más tristes y más ciertas que narre jamás sobre mi vida.
Tan cierta como que soy yo el que la cuenta, tan verídica como que el dolor del que os haré partícipe corre a latidos intensos, cabalga por mi cuerpo de cuándo en cuándo haciéndome sentir idiota y vulnerable a un tiempo.
Por cosas de la vida, bueno, no, por un conjunto de casualidades, distancias y distintos procesos de madurez acompañados de distinta gente, perdí no hace tanto a mi mejor amigo. O al menos, eso creía, aunque seguramente la relación viniese siendo ya una mierda tiempo atrás, mucho tiempo atrás, cuándo sentía que luchaba con el mundo y él no estaba, cuándo el instituto me comía entre clases que exigían cada vez más y compañeros, que no amigos, que no comprendían mi inteligentísimo sentido del humor, ni a mi mismo. Sospecho ligeramente que tampoco se comprendían a ellos mismos, pero a fin de cuentas, eso no es tan raro. Le pasa a mucha gente.
El caso es que yo sentía que perdía una batalla y mi más fiel amigo, al que yo quería y defendería hasta la muerte, de todos y ante todos, salvo quizá mi mejor amiga, no me entendía. Y su comodidad que le caracteriza, entre otras cosas, que ni es un demonio, ni un santo, no hizo nada, por propia definición, en intentar preguntarme qué coño me estaba pasando en uno de los peores años de mi vida. Nada.
Claro, tienes que decirlo todo. No vale pedir un cambio con la mirada, tienes que decirlo en alto. Para que el resto se ría de ti, con él incluido, y sentirte otra vez como una puta mierda. Como me sentí yo en el último y asqueroso curso de bachillerato, en el que tu futuro estaba cerca y lejos a un tiempo si eras ambicioso como fui yo, y además, poco comprendido, como también fui yo.
Me dolía que poco a poco se la soplase completamente (perdonen la expresión, queridos lectores) lo que me pasaba, y que las únicas veces en las que hablábamos con seriedad de nuestra amistad, era para reprocharme con una justicia de la que hacía una gala envidiable, y que era aplicable a todo el mundo, salvo a él. Pero sí, conmigo era justo. Quizá demasiado. Y es que si no cedes en una amistad, ¿dónde vas a ceder? Y no me refiero a permitir que maten a tu madre, no. Nada de eso.
Llegó julio, y el destino inesperado jugó su baza. Llegó septiembre y haciendo un alarde de fuerza superior al que hubiese sentido o tenido jamás, me tocó emprender un viaje solo en un mundo nuevo.
Mucha de la gente próxima a mí en este nuevo mundo, se esforzó en conocerme, y aprendió, con sorpresa por mi parte, a quererme, respetarme, y preocuparse por mí siempre, en cualquier condición. A decirme con palabras que era aquéllo que me ocurría, a preguntarme si quería un acompañamiento para ir a cierto sitio, a decirme si quería que fuesen mi público en varias actuaciones corales. Cosa que ninguno de mis anteriores "amigos" había hecho por mí. Jamás.
Y no me vale la excusa de que tus amigos te conocen más que alguien de 4 semanas, porque la intensidad con la que se viven las cosas cuándo eres menor y cuándo vives (y es que de verdad comienzas a vivir) es totalmente distinta, muy superior en las segundas veces.
Así que la distancia fue haciendo el olvido, y su comodidad le jugó la mala pasada a él mismo, y en cierta parte, yo recibí daños colaterales.
El amigo al que el tenía como fijo, como apoyo perpetuo, como último recurso (y es que pocas veces fui su primer recurso, por tejemanejes de la vergüenza y el destino) se cansó de ser solo eso.
Además, el amigo se cansó de que la mierda siempre fuera él. De ser lo peor y de que ni se cortaran para decírselo. Se cansó de ser una mierda a la que miras con cara de asco en la suela del zapato si la pisas. Se cansó de ser vulnerado con facilidad "beginner", y que a nadie le importaran sus "puntos intocables". Al mundo que lo rodeaba se la sudaba si el chico lo pasaba mal o no, si emprendía con alegría y a la vez con miedo y sus "amigos" se lo tomaban a chiste. Si con osadía y valor se atrevía a soñar un futuro y este estallaba en el esmalte de sus "amigos" día tras día. Si cualquier iniciativa que se saliese de la norma por no molestarse en ser comprendida fuese una basura o una locura del amigo.
Y entonces pasó lo que tenía que pasar, claro. Como ya dije, el amigo se cansó. Porque entendió que había gente que sí lo comprendía, que sí lo apoyaba, y que sí veía en él algo que sus "amigos" se molestaban en esconder.
Y ante la disputa final, se vino abajo. Lloró amargamente y aún tuvieron el santo valor de culparlo de algo (los otros "amigos") que ellos mismos se habían ganado a pulso.
Aún tuvieron la sangre fría de sentirse superiores, de creer que el mundo les daba la razón, y que nunca había existido un mayor santo que ellos.
Y el mejor amigo del chico que aguantó todo esto, tuvo los santos cojones (perdonen de nuevo la expresión) de decir que se había comportado mal, y que se había equivocado.
Pero no nos engañemos, señores. Si la comodidad le impedía preguntarle a su amigo qué coño le pasaba, ¿acaso iba a intentar encontar un receso de culpa en sus entrañas? ¿Acaso iba a sentir el amigo egoísta que él podía haber sido parte del detonante final? Qué va, por favor. Si él era super justo con todo, y la justicia divina solo podía resbalarle.
Se permitió el lujo de gastarse un último ataque irónico con su amigo que tanto había aguantado, casi con miedo a pensar que sí podía perderlo para siempre. Porque sabía que no le había fallado ni la mitad de lo que él, egoísta, mimado e infantil, le había fallado. O al menos, es el consuelo que me queda.
Como quiera que fuese, el adiós existió, y aún hoy me siento idiota por entristecerme cuándo me sincero con alguien del tema. Porque me duele, como estoy seguro de que a él también le pasa.
Pero ya que siempre he pecado de orgulloso, que es totalmente cierto, y como sé que él no se queda atrás, yo no voy a ceder. Bastante he cedido. Bastante me he peleado con el mundo y con mi mundo para entender por qué hacia tanto por alguien que me devolvía tan poco.
Esto no es una aclaración, una disculpa, una súplica. He aprendido a sobrevivir sin él, al principio sin darme cuenta, ahora echándolo en falta por momentos, pero es lo que él ha decidido, y bastante por él me he mojado, y bastantes veces me ha quitado el paraguas para que la lluvia siguiese mojándome. Quizá sin darse cuenta, que no lo sé.
Ahora siento algo raro. Unas fuerzas de atracción que ninguna ley física pudo explicar todavía, pero ahora ya no antepongo a ellas el simple orgullo.
Ahora antepongo las ganas de quererme y de respetarme tal y como soy, después de todo. Ahora pongo delante de mi persona física mi yo psíquico, mis alegrías y mis penas, mis deseos y sueños, mis fracasos y triunfos.
He aprendido a quererme porque sé que hay gente que me quiere siendo como soy, y que encima me lo demuestra.
Porque no se ríe de mi sueño pese a no tener un mejor expediente académico que ellos, y que me ayudan en todo lo que pueden, igual que yo hago con ellos.
Porque descubrí que el mundo es mundo, y que lo que opinen las 3ªs lenguas está demás. Y además es que me da igual.
Porque ya estoy harto de llorar por quién no merece lágrimas. Porque siento todavía rabia por todo lo que regalé. Porque siento todavía más rabia por sentir esa rabia para con el que fue mi mejor amigo.
Al que, pese a todo, echo de menos.
Si alguna vez lees esto, quiero que sepas que me ha dolido cerrar un ciclo en el que tú eras protagonista. Me ha dolido sentir que te alejabas y que podría ser para siempre.
Me ha dolido, y así lo demostré llorando, todo el daño que me pude haber hecho siendo tu amigo, apostando por ti y tú sin saberlo, ajeno a todo, porque no estabas para tales tonterías como "hablar de amistad". Me ha dolido sentir que este último año te ha cambiado tanto que posiblemente te hayas olvidado de todo lo que he hecho por ti, ganándome, mayormente, miradas descaradas, malas caras y contestaciones. Me ha dolido entregarme a una amistad sin reservas para que a la vuelta me vapulearan 100 gigantes. Pero me ha dolido más sentirme solo estando a tu lado, teniéndote como amigo.
Es tarde para decir que me arrepiento de algo, y la verdad, es que no me arrepiento de nada. A fin de cuentas, mis acciones me han hecho ser quién soy.

Y tú aún eres algo importante de mi vida, pero ahora yo soy lo más importante de mi vida, junto a mi familia más cercana.

Espero que tengas algún día (es casi utópico) el valor no ya de pedirme perdón, si no de leer estas lineas y pensar que sí, que yo no estaba tan equivocado, y que mis comportamientos encajan algo mejor.
Porque ya que no volveremos a ser amigos, al menos quiero dejar como sabor final, los buenos momentos que entre tú y yo pasamos. Porque todavía me importas. Me importas un montón.

A A.R.R,
con sinceridad disfrazada de nada.

"Los proyectos futuros se hacen pasados cuando el presente se interpone."

sábado, 10 de septiembre de 2011

Rima XXVIII. Otra vez

Dije que no volvería,
y volví.
Juré ante santos,
que nunca jamás.
Y el jamás,
se perdió,
para jamás
volver a ser,
una palabra
que significase algo.

Aprendí,
y decidí,
dejarlo a un lado.
Apartarlo de mí.

Y volví.
¡Volví!
Tonto de mí.
Se volvió a apoderar
de mi cuerpo,
de mi ser,
para llenarme de nuevo.

Ya está aquí,
ya llegó.
Y nombrarlo,
me da terror.

Y si
fuera otra
la otra,
la cosa no sería tan mala.
Pero es ella,
la misma, la de siempre,
la que siempre me llama.

miércoles, 29 de junio de 2011

Born this way

De todas las posibles interpretaciones que puede dar de sí este título, para los que sepan inglés, para los que conozcan la canción de Lady Gaga, y para los morbosos, os diré que tiene el más simple de todos ellos. Y es que simplemente, nací así.

Sabría que mi vida no se marcaría por mi físico, ni por mi atractivo. Eso está claro. Mis rasgos no son todo lo armoniosos que podrían ser, ni mis hombros anchos, ni mi espalda fuerte, ni mis brazos musculados. Pero cada vez me alegro más de que eso sea como es.
Cada vez me alegro de tener ojos marrones, ligeramente más cerca que otros al tabique nasal. Porque mis ojos expresan, y con eso me basta.
Cada vez me alegro más de tener gafas, para que en los cristales queden reflejadas las sonrisas estúpidas y los comentarios falsos que la gente larga.
Cada vez me alegro más de tener la piel morena, porque sobre ella resbalan las palmaditas blancas de falso apoyo.
Cada vez me alegro más de no estar super musculado, pues así la entrada a mi corazón es más superficial, más accesible.
Cada vez me alegro más de tener culo, pues así la caída, siempre dolerá menos.
Cada vez que veo a gente infeliz, pese a la belleza física que poseen y que domina en todos los ámbitos de la vida , me siento feliz de ser como soy.
Cada vez que encuentro que tras una cara bonita sólo ves ojos llenos de amarguras y penas, por pensar equivocadamente que todo sería fácil, me siento feliz de ser como soy.
Y es que me da igual ser distinto a todos. No necesito sentir que soy igual a algo para sentirme querido.
Y es que, nací así. Yo soy así. Así soy yo.
He aprendido a quererme como soy, sin importar lo que el mundo diga alrededor.
He perdido parte de mi ego, pero me he vuelto más humano, que siendo justos, aunque lo era, lo demostraba poco poquito.
He dejado de pensar ya en Broadway como realidad. Siempre será mi sueño.
Soy como la genética me quiso hacer.
Con barba negra, pelo negro, y ojos casi negros. Delgado, y no muy alto. Flojucho de aspecto, de carácter fuerte, a veces agotador. Seguro de mí mismo cuando menos debería, e inseguro cuándo más seguro debería estar de mí. Ególatra, y buscando todavía no sé qué. Con voz, pero no espectacular. Con arte, pero no demasiado especial. Poeta, pero no demasiado conocido. Escritor, pero no demasiado extendido. Una cabeza adaptada, que se dejó llevar en algunas cosas, con eterno miedo a la eterna decisión. Con eterno miedo al ¿qué pasaría si...?.
Pero así soy. Cobarde, ingrato a veces, poco paciente.

Pero, sin duda. Soy así por algo. Nací así. Y cada vez que escucho la mítica canción me dan ganas de gritárselo al mundo.

Y todos, absolutamente todos, somos así por algo. Y si dejamos que una sociedad superficial haga del aspecto físico una venta, un escaparate, como desgraciadamente está haciendo, todos los que no somos prototipo acabaremos arrastrando nuestra dignidad por tonificantes, cremas adelgazantes, o silicona en masa. Yo soy feliz, siendo como soy. Y todos deberíamos serlo. Sin miedo a querer, y a ser queridos.
'Cause baby, I was born this way.





My mamma told me when I was young, we are all born superstars. "There's nothin' wrong with lovin' who you are" she said, "'Cause He made you perfect, babe". "So hold your head up, boy and you you'll go far, listen to me when I say"
I'm beatiful in my way, 'cause God makes no mistakes. I'm on the right track, baby. I was born this way.Don't hide yourself in regret, just love yourself and you're set. I'm on the right track, baby, I was born this way.
Give yourself prudence and love your friends, subway kid, rejoice your truth. In the religion of the insecure, I must be myself, respect my youth.

So, listen to me please. Being proud to be yourself.

sábado, 25 de junio de 2011

Críticas destructivas.

Llevo varios días retwitteando comentarios que suelen dejar a las fans enloquecidas de Justin Bieber por los suelos, con subordinaciones, que en muchos casos, ni ellas mismas entienden.
La verdad, es que tiene gracia, sobre todo cuando más que cebarte con una fan en concreto, te ríes del pésimo gusto musical de unas chiquillas que están en un alto grado de explosión hormonal, y a veces, pre-hormonal.
Les llueven las críticas, y en muchos casos, duras, pero ellas siguen férreas, defendiendo a su ídol@ como si fuera oro en paño, e impertérritas aguantan con maestría (y es que a las jovenzuelas no les queda otra) lo que la gente, en absoluta mayoría, piensa del fenómeno Disney Channel que arrasa en todo el mundo.
No podemos negar que el chico se lo ha ganado a pulso. Y es que es un completo gilipollas.
En el fenómeno Twitter al que todo el mundo se agarra como carro que lleva a la fortuna más inmediata, somos muchos los que como yo no soportamos a Justina, por diferentes motivos. Ya sea por su maldito casco de niño pijo y repeinado, su chulería, su tontería y su pavo tan inmensos, o los que lo valoramos más allá, y es que el muchacho tampoco tiene una voz tan especial, que es lo que más debería importarnos para con respecto de estas niñas que se hacen llamar "Beliebers".
Por que ven en él el estereotipo de niño lindo, cachondo, o como queráis decirlo, y con unos arreglos musicales y letras que robarían los flujos vaginales de cualquiera, y claro, caen. El marketing se encarga de estudiar todo eso.
Y no pasaría nada si fueran unas fanáticas que pudiesen defender lo que sienten, y que no atacasen con insultos personales a la mínima de cambio.
Pero la revuelta de las "Beliebers" es mundial, y en España la lideran niñatas que por su juventud o por su rebeldía contra el mundo, tienen un dedo de frente, y eso dando gracias.
Y sabiendo que caen comentarios desagradables sobre el cantante, responden por vía web por que eso mola y hace que seas más "Belieber" que Juanita, Pepita o Francisca, sin pensar (porque no pueden pensar en eso, son demasiado jóvenes) en la repercusión mediática que alcanza hoy día la red de redes.
Por eso mucha gente, una inmensa mayoría, se ríe de ellas, en especial desde aquel vídeo tan chulo que hiciera aquella pucelana.
Por eso, cada vez que hay una oportunidad, la gente se ceba con ellas, y es que ellas, niñas, como son, se meten con personajes públicos admirados por muchos, cuya repercusión es clara: odio a las niñatas que se meten con mis ídolos. Lo que se viene a traducir en un odio a Justin.
Muchas veces me pregunto, yo, que uso el término #beliebersmojabragas a dar por saco, que les quedará a estas chicas cuando el fenómeno Bieber se haya pasado.
Y lo que es peor. ¿Dónde está su ídolo cuando ellas aguantan lo indecible por él? ¿Dónde está el gran Justin que es lo que es gracias a adolescentes chorreando hormonas, cuando sobre ellas caen piedras, palos, etc? ¿Quién les va a hacer recobrar la compostura que han perdido, hasta la arrastrar la dignidad que puedan tener las pobres muchachas, cuando su fenómeno se marchite entre sexo, drogas y rock'n'roll?
No lo sé. Nadie lo sabe. Lo peor, sin duda, no es el daño que puedan sufrir ahora, cuando todavía están sometidas a la droga que parece ese "efecto Bieber"; lo peor es la brutal caída que les espera después, desnudas de dignidad, de ídolo, de efecto embriagador.
Sin embargo, si no quieren razonar, poco a poco entenderán que la gente que hace chistes con ellas masivamente, querrán dar a entender algo, y es que tienen que pensar más allá de un guaperas de tres al cuarto, y saber que por nadie deberían perder el orgullo y la dignidad.
Me dan, en el fondo, mucha pena. Pero al menos hasta que una de muestras de que siente lo que escucha, cree en lo que es, y no permite sentirse rebajada por algo tan idiota como eso, hasta que una diga que le gusta el cantante a pesar de que tenga arreglos, como casi todos, hasta que una diga que ser una "Belieber" va más allá de ser una mojabragas ridícula que se tira a los leones en internet, hasta que, en resumidas cuentas, una "Belieber" deje de serlo, y comience a hacer entender a las demás que cualquier extremismo es malo, mi #beliebersmojabragas seguirá apareciendo en Twitter.
Y no es que me esté justificando, lo hago porque quiero, y por que siento la necesidad de que esta generación "Belieber" descubra buena música, o música decente.
¿Pasaría esto con fans de Los Beatles, Queen, o Rolling Stones? No, claro que no, porque pese a que no todo el mundo le gustan, todos reconocemos que son buenos, porque lo son. No es populismo. Y ese es el problema hoy en día, obtener una generalización de algo, y que encima sea cierta.
Y es que Justin Bieber no es tan grande como para merecerse que una niña enloquezca por él, cuando él tiene todas las comodidades del mundo y se preocupa de sus fans menos que yo de la ropa que tiende el vecino.

Un saludo a todos.

miércoles, 22 de junio de 2011

A,G,C,T.

Una vida es única, imposible de ser copiada o plagiada en su totalidad. Nadie puede hacer las mismas cosas en el mismo momento que cualquier otra persona del mundo, y eso que somos muchos.
Una vida no es solo el periodo cronológico que va desde el nacimiento de un ser hasta su irremediable muerte. No es solo un conjunto de pasos que nos enseñan a caminar por el mundo, si no una predisposición a conocer maravillas que nos aguardan a la vuelta de la esquina. De las miles de esquinas que nos encontraremos.
Una vida es mucho más. Experiencias, miles de experiencias. Gritos, emociones, personas que pasan por ella y nos hacen vibrar, otras tantas que nos provocan de todo menos buenas vibraciones. Una vida son palabras, sueños, y emociones. Saltos al vacío y caras sonrojadas. Una vida se vive cuando pasas frío un día de invierno, o cuando te mueres de calor un día de verano. Una vida se vive cuando disfrutas especialmente de una comida, de una compañía. Una vida se disfruta cuando te enamoras, y se aprende de ella ante los errores y los tropiezos.
Una vida son palpitaciones, contracciones cardíacas que se disparan cuando haces el amor, o cuando corres asustado, aterrorizado.
Una vida son carreras contra el tiempo, y descansos en sueños, en sofás de siesta de miles de tardes.
Una vida se llena de olas rotas, de canciones, de poesía. Una vida se marca cuando nacemos, pero, sin embargo (y siendo lo más importante) va con nosotros y se condiciona con lo que nosotros decidimos, poco a poco.
Una vida es una batalla contra los elementos, y una victoria contra la muerte.
Una vida es más que una vida, estrictamente hablando.
Una vida, a fin de cuentas, es la huella que deja el ser humano que la vive en la Tierra.
Los lazos que forma, las amistades, las enemistades.
Los logros, y las desilusiones. Los chascos.
Una vida, tu vida, es mucho más que tú.
Por eso, es demasiado poco humanista decir que la esencia de la vida se encuentra en las cuatro letras A,G,C,T.
La vida es mucho más que una molécula de DNA con bases enfrentadas.
Por eso, los científicos (todos aquellos que practicamos de un modo u otro la ciencia) deberíamos ser los más laxos, los más humanos, los más humanistas y cuidados, cuando hablamos de las fuentes de la vida. De la vida.
Porque una vida se llena de muchas cosas, y no sólo es un inicio.
Una vida es una serie de inicios que nos permiten aprender, crecer, y ser, al final, nosotros mismos.
Por eso, nosotros, científicos del mundo, tenemos que saber transmitir mejor que nadie que la vida no es ciencia.
La vida, es magia.

martes, 24 de mayo de 2011

Rima XXVII. El dolor como alegría.

Ayer lloró,
y yo reí.
No sabría explicar
cuán feliz me sentí.

Lloraba de rabia,
ambición frustrada.
Reía yo por verla,
pequeña, asustada.

Y esque ella no sabe,
ni siquiera imagina
lo que lloré yo por ella,
por quererla como mía.

A imaginar no alcanza
cuánto tiempo lloré poesía,
cuántos versos le dediqué.
¡Muchos más de los que parecía!

Ni siquiera sabe
cuánto daño me hacía
Verla y no hablarle,
un día y otro día.

Y yo, sí, lo sé.
Mi corazón, también.
Y explotó de júbilo cuando supe,
que ya no siendo mía,
él tampoco la querría.

Y así endulcé mi noche,
con macabra ironía.
Y esque por primera vez en mi vida,
el dolor me produce alegría.

lunes, 11 de abril de 2011

Desamor

Y entonces el aire se corta, las palabras caen por efectos de la gravedad. El mundo vuelve a estar en su sitio, arriba es arriba, y abajo es abajo. Tus pies, vuelven a pisar, de golpe, el frío suelo, mojado en el mes de marzo, encharcado en el mes de abril. El corazón deja de latir desenfrenadamente y adopta el reposo para volver a ser uno. Las canciones no te sacan sonrisas, sino lágrimas. Las voces se pierden en los oídos para dejar el significado que queramos darle, casi siempre pesimista. Las parejas que pasean por la calle no son más que indefinidas burlas del Destino. Los besos que antes te parecían de ensueño, no son más que fríos roces, cuchillas preparadas para cortarte en pedacitos. Las mañanas no son llevaderas, sino que se hacen más inacabables que nunca. Las 12 ya no quieren ser las 11, sino que anhelan ser más y más, para no tener que enfrentarte al NO que sigue diciendo algo así como "No quiero verte sufrir". No sabes si son más macabras esas palabras, o las malditas parejas que se miran con cara de embobados. Con la misma cara de embobado que mirabas tú al mundo. La gente prefiere que todo vuelva a ser como antes, pero entonces, todo tu amor, todo tu cariño, se rebela en tu interior y dice que eso no es lo que quieres tú. Que no quieres olvidarte de todo, o hacer como que "no ha pasado nada". Porque si ha pasado. Otra vez se abre el alma a quien no sabe cerrarla sin hacer daño. Otra vez el maldito amor juega su arma letal, la segunda cara del doble filo, para hundirte y hacerte ver desvalido. Solo en el mundo. Otra vez te toca ser fuerte y aguantar los ánimos vacíos de cuerpo y forma que te regalan los que te aprecian. Y lo peor, es saber que va a tener que pasar, y que tú, por ser tú, romántico, idiota, volverás a verla como siempre. La volverás a idealizar en poco tiempo, y verás en sus ojos negros, sombras de luz que atraen al viajero perdido. Y volverás a oir de sus labios palabras emponzoñadas con el más lento de los venenos. Y volverás a sentir que quieres que el mundo se pare, no para bajarte, sino para estar con ella toda la eternidad. Y volverás a sentir que vives por y para ella.
Y volverás a enamorarte, y a sufrir. Pues un verbo siempre lleva de la mano el otro.
Y aunque ya lo sabes, de sobra, te repites esa frase que a ti te resulta tan estúpida, pero que parece estar a la orden del día: "A las chicas ya no les gustan los chicos que hablan de amor"
Ahora, deduces tú, lo que se lleva, es el desamor.
Es curioso, pues en esos momentos, es cuando más sientes lo lejos que se quedó tu Historia, perdida en algunas páginas de versos delicados y sonetos precisos.
Es en esos momentos en los que sientes que a tu vida le falta algo. Alguien.
Alguien que aprecie de verdad el amor.

sábado, 9 de abril de 2011

Rima XXVI

Hai tempo que non coñecía
Muller de fermosura furtiva.
Morena, de escuros ollos,
De alma clara: luz dos meus soños.

Fora parar ó meu sino
Entre erros, papeis e agravios.
Sempre andarei a preguntar,
No íntimo dos meus presaxios
Que mares, ríos, ou fontes,
Eran fonte dos seus brazos,
Infinitos e fortes regatos.

Con loucura eu devecía,
Na miña existencia,
No solo dos días,
Entre catro paredes,
Pola súa boquiña.

Non pensara nunca,
No preto que dela estivera.
Eran cousas do azar, ás de poesía,
Encontros fortuítos.
Un día despois doutro día.

Eran túneles seus ollos,
Que falaban de poesía,
Do lago máis famoso,
Preto da terra Galicia.

Era ben guapa,
E xeitosa.
Dona da miña poesía.
Nunca saberei que foi dela.
Ai! A miña sanabresiña!

Hai tempo que non coñecía
Quen me dese tanta ledicia.
Coa su mirada cóxegas me facía
Ai! A miña sanabresiña!

Hai tempo que non percibía
Beleza e á vez sabiduría.
Non sei que será cando me vaia
Ai! A miña sanabresiña!

Dise agora que de amor non se morre,
Máis non é certo, firma a mesma poesía.
Non queda moita máis vida,
Máis eu partirei feliz
Esperando deixar nos seus beizos,
Sorrisos e alegrías.
A última por quen tolo volvín.
A miña sanabresiña.

viernes, 8 de abril de 2011

¿Que será, será?

Cuándo crees que ya te ha pasado varias veces, que no volverá, vuelve. Cuándo crees que ya lo has vivido, que ya te ha afectado y que cualquier cosa que te haga sentir lo mismo, es inexistente, se abren las puertas de la vida, y como siempre, ésta te sorprende.
Y esque la ves perdida en tu mundo, mañana tras mañana, y una sonrisa estúpida se dibuja en tu rostro y te anuncia "Sol" aunque el techo de tu vida estuviese cubierto por nubarrones.
En el pasillo la gente ya no habla, solo emite sonidos, y nada importa, pues verla salir de la puerta contigua a la tuya te hace sentir que tu nódulo sinusoidal está ahí de casualidad, que ya no hace falta marcapasos en tu corazón, porque late a su ritmo y su compás, con sus palabras y sus sonrisas.
Poco a poco, la gente se difumina. Todo se llena de niebla y ella se mueve, hacia ti, y tú sin hablar, le pides clemencia, porque el aire te atenaza, te falta, también, y tus pulmones se paralizan por el miedo a hacer algo incorrecto.
Y esque toda ella es un milagro, un regalo que por cosas del destino ha ido a parar a las palmas de tu mano, para posarse en tu vida, sin temer el peso que ejerce sobre tus más íntimas ramas.
Vuela libre, y de cuándo en cuándo, mariposa traicionera, se posa en tu cara y te invita a entrar en la burbuja que te defiende del mundo para prepararte para la futura ostia.
Es increíble, y es mágico.
Supongo que también tendrá algo de orgánico, pero pese a ser un científico en pañales, no me lo creo. Me gusta pensar que todavía existe la magia.
La magia que hace que el simple hecho de sacarle una sonrisa te envuelva en una espiral adictiva en la que cada palabra, y cada hecho, importan, con el único fin de hacerla feliz.

Imprevisto.

-Gracias, ya me lo has aclarado todo.
-¿Qué piensas hacer?
-Mujer, creo que está claro. No decir nada. Ella no piensa en otra cosa, y yo no soy su tipo.
-¿Cómo? ¿Que alguien como tú se va a quedar achantado, sin hacer nada?
-¿Qué puedo hacer? Nada, lo mires por donde lo mires. ¿Qué le digo? ¿"No soporto que sufras, y yo nunca podré hacerte sufrir, porque solo me haría más daño"?
-Por ejemplo. Mira, creo que eres un chico maravilloso, y que es hora de que se de cuenta de lo que le conviene tener al lado.
-No sé...
-¡Hazme caso! No te digo que hagas algo ya, pero tampoco te quedes sin hacer nada. No pierdes, en el peor de los casos, solo ganas.
-Sí... Hablaré con ella, entonces. Le diré lo bien que me hace sentir, le desnudaré mi alma con mis versos, y le haré sentir que de verdad no es importante que la haga sentir mal, al contrario. Quiero pensar que funcionará.
-Ya sabes que no te puedo asegurar nada, pero no gana quién no juega.
-Sí, es verdad. Gracias por todo, amiga.

jueves, 31 de marzo de 2011

Rima XXVI. Puebla de Sanabria

Hai tempo que non coñecía
Muller de fermosura furtiva.
Morena, de escuros ollos,
De alma clara: luz dos meus soños.

Fora parar ó meu sino
Entre erros, papeis e agravios.
Sempre andarei a preguntar,
No íntimo dos meus presaxios
Que mares, ríos, ou fontes,
Eran fonte dos seus brazos,
Infinitos e fortes regatos.

Con loucura eu devecía,
Na miña existencia,
No solo dos días,
Entre catro paredes,
Pola súa boquiña.

Non pensara nunca,
No preto que dela estivera.
Eran cousas do azar, ás de poesía,
Encontros fortuítos.
Un día despois doutro día.

Eran túneles seus ollos,
Que falaban de poesía,
Do lago máis famoso,
Preto da terra Galicia.

Era ben guapa,
E xeitosa.
Dona da miña poesía.
Nunca saberei que foi dela.
Ai! A miña sanabresiña!

Hai tempo que non coñecía
Quen me dese tanta ledicia.
Coa su mirada cóxegas me facía
Ai! A miña sanabresiña!

Hai tempo que non percibía
Beleza e á vez sabiduría.
Non sei que será cando me vaia
Ai! A miña sanabresiña!

Dise agora que de amor non se morre,
Máis non é certo, firma a mesma poesía.
Non queda moita máis vida,
Máis eu partirei feliz
Esperando deixar nos seus beizos,
Sorrisos e alegrías.
A última por quen tolo volvín.
A miña sanabresiña.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Rima XXV

Preguntas callando
al cielo mirando
¿son las estrellas fuegos
que arden, brillando?

Son estrellas para mí
tus encantos naturales.
Eres tú, Poesía,
poseedora de dones inmortales.

-¿Hablas de mis ojos, poeta?
-No son ojos, por Dios lo juro.
Son luceros, que por no ser oscuros,
son más claros que ninguno.

-¿Hablas pues, de mis labios?
-No son labios, de eso estoy seguro.
Son entradas a tu cuerpo,
sensuales y maduros.
Son pétalos caídos
de un rosal caduco.

-¿Hablas pues, de mis curvas?
-No son curvas ¡de eso no hay duda!
Son réplicas vivas, etéreas fijaciones
de mis más oscuras locuras.
Son mi deseo y mi pecado,
y si por ellas necesario fuera
matar cuál vil villano,
un cuchillo iría a parar, ensangrentado,
a la palma de mi mano.

Son, Poesía, veneno tus encantos.
Clavo punteado torturador de santos,
dagas que matan, lento y despacio,
al más joven de los poetas,
dueño de tus versos hechizados.

sábado, 12 de marzo de 2011

Rima XXIV

Eran dos los suaves cisnes,
dos las rosas del amor.
Dos los espíritus que cantan,
dos los besos, sólo dos.

Éramos dos también nosotros,
dos almas y un corazón.
Vino el odio a romper todo,
un alma, media vida,
cuatro llorosas pupilas
y un adiós.

Eran dos nuestras dos manos,
paseando juntos el amor.
Dos inciertos futuros,
dos nuestros cuerpos maduros,
que por jurar,
juraron solo pasión.

Rima XXIII

Sonó al final,
un fino eco,
que al aire resquebrajó.
Tú vanidosa,
yo insincero,
el amor se nos rompió.

Dejé tras de ti
mi verso escrito,
mi alma, mi inspiración.
Tu olvidaste en mi
tu orgullo,
tu cariño y tu corazón.

No amarás a otro nunca,
Jamás a otra amaré yo.
Moriremos solos,
quedos.
Desamor.
Moriremos solos,
quedos.
Moriremos como muere
el "sin amor".

Rima XXII

Daré del agua,
sus más puros senos.
Su luz,
transparente,
cálida,
acuosa y mimosa.
Daré del agua
su envoltura,
fría,
y cristalina.
Cubierta fina,
donde reina
la armonía.
Daré del agua,
y del elemento que se me pida,
lo que fuera,
aún arriesgando a perder vida,
por ver sonreír
esa cara bonita.

Daré del viento,
su susurro
y su empuje.
Su fuerza y frescura,
para que desmenuze
las barreras
que nos separan.
¡Cuán lejos pintas
de negro las montañas,
cuán cerca queda
la muerte de mis entrañas!
Te daré del viento,
perfumes, melodías
sin que abras los labios,
sin que,
siquiera,
me lo pidas.
-------------------------

A cambio,
sólo quiero pensar,
que nada fue en vano.

Y que tras la puerta
de mi alma,
tu me esperas,
en calma,
para ofrecerme,
sin miedo a perderme,
un beso.

viernes, 11 de marzo de 2011

Rima XXI

-¿Ves tú lo que yo no veo?
¿Son imaginaciones,
fantasmas,
ensueños?
-No.
Tú lo ves.
Tus ojos negros,
son mis ojos también.


-¿Sientes tú lo que yo no siento?
¿Son pálpitos,
roces supérfluos?
-No.
Tus dedos finos,
sensitivos,
sienten tal como yo siento.


-¿Hablas tú tal que yo no entiendo?
¿Son tus palabras,
ecos oscuros,
inteligible mensaje,
dichos imcompletos?
-No, descuida.
Son mis versos dichos
en la lengua del Imperio.
"Eres tú, continente eterno,
de la magia y los deseos,
de la poesía y su verso,
el que se fuerza por creer
ser el único del Universo.
"Eres tú, poeta vivo,
el que quiere ser
poeta muerto.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Rima XX (El diálogo del viajero)

¿Dónde van,
viajero,
tus sueños?
Puede que caminando
a ras de suelo.
O puede que volando,
con el viento.

¿Dónde van,
viajero,
tus esperanzas?
Puede que crucen los mares,
rumbo a Felicidad.
O que esperen todavía,
dormidas,
en un remanso de paz.

¿Dónde van,
viajero,
tus experiencias?
En el camino quedaron,
amigo.
Quedaron formando huellas.

¿Dónde van,
viajero,
tus pertenencias?
No poseo nada más,
que lo que porto con mi andar.
Un cayado firme,
mirada alta al viajar.
Una poesía,
un camino,
y un destino.

Los destinos que murieron al viajar.

Rima XIX (Colores)

Rojos son, niña,
tus labios rojos.
Rojos.
Rojos como la rosa,
como la rosa roja;
como la roja amapola.
Rojos son, niña,
tus labios rojos.
Rojos.
Rojos como los ojos rojos del Sol,
como los rojos ojos del Astro Rey;
rojos como tus caprichos,
y tus antojos rojos.
Rojos son, niña,
tus labios rojos.
Rojos.

Blanca es, niña,
tu piel blanca.
Blanca.
Blanca como la mañana,
como la mañana blanca;
como las blancas gaviotas.
Blanca es, niña,
tu piel blanca.
Blanca.
Blanca como la nieve,
como la nieve blanca;
como las blancas perlas
que la Mar guarda.
Blanca es, niña,
tu piel blanca.
Blanca.

Azules son, niña,
tus ojos azules.
Azules.
Azules como el agua,
como el agua azul;
como las azules ondas.
Azules son, niña,
tus ojos azules.
Azules.
Azules como los zafiros,
como los zafiros azules;
como los azules bandazos
del pintor poeta sobre su paleta.
Azules son, niña,
tus ojos azules.
Azules.

Verdes son, niña,
tus ropas verdes.
Verdes.
Verdes como la hierba,
como la hierba verde;
como la verde albahaca.
Verdes son, niña,
tus ropas verdes.
Verdes.
Verdes como el trigo que nace,
como el trigo que nace verde;
Verdes como las verdes esmeraldas.
Verdes son, niña,
tus ropas verdes.
Verdes.

Rima XVIII

El alma desdibujada,
apagada.
La voz apabullada,
callada.
El cielo lejano,
lontano.

Mi alma,
borrada.
Mi voz,
robada.
Mi cielo,
un consuelo.

Tu alma,
mi calma.
Tu voz,
color.
Tu cielo,
mi consuelo.

Nuestra alma,
mi cama.
Nuestra voz,
el amor.
Nuestro consuelo,
el deshielo.

sábado, 12 de febrero de 2011

Rima XVII (De los pulsos de mi mano)

20 de junio de 2009

Sonaba a melancolía
aquélla vieja canción
que sin ton ni son
ella repetía.

Mientras el agua escapaba,
de sus labios de corazón,
aquella vieja canción
era fusilada
por gentes inhumanas
cerradas e intoxicadas,
con ganas de hacer trizas el cielo,
a base de trazadas rasgadas.

Y el diluvio cayó.
Y rompió los corazones
que los labios cantores
amaron con moratones.
Con unos "quitas"
Y otros "pones",
Y con más pares que nones.

Y el diluvio cesó,
y su cuerpo cayó,
y su boca vacía,
serena, de pecado,
sin máximos cuidados,
la tierra tocó.

Y el también cayó,
preso por dentro,
inerte, muerto.
Y allí se quedó.

Después de mucho tiempo
de recitar callados,
poetas ilustrados
y versos amaestrados.
Poemas inculcados
en actos inhumanos,
que rasgaban el cielo
para hacerlo pedazos,
sus cuerpos se esfumaron.

Pero sus voces quedaron
ambarinas y resistentes,
persistentes,
en la mente de los presentes
que sonaban indecentes
ante la tumba y la rosa,
de aquellos jóvenes
desvanecidos,
casi aparcados por el olvido.
Casi cesados y casi enterrados,
si no fuese por el impulso
de los pulsos de mi mano.

Una lección por aprender

6 de junio de 2009

Dicen que fue el calor, que aquella tarde de verano enloqueció, que un agosto cualquiera del año que nunca existió fue lo que hizo que su tensión se disparase y se zambullera en aquella charca tan llena de recuerdos, tan llena de historias.
Historias que lo aprisionaban, desde la más típica y retrógrada Historia Universal, que cuentan los que saben, los historiadores, aquella en la que Napoleón y Waterloo se pegan un garbeo de tres pares de cojones por las páginas de los libros, y en los que los Reyes Santos condicionaron la cultura de mucha gente a cambio de uniformidad, hasta la historia más reciente, la que vivió mañana, la que pensó después, en medio de un atardecer que no quería retardarse para mostrarse a la otra persona de las antípodas.
Y las historias, y las Historias, lo aprisionaban, eran dagas salvajes cuyo objetivo final e inicial, era coser a navajazos. Menudas hijas de puta…
Lo peor era que no tenía defensa. Que estaba desnudo, que sangraba, y que caía, se desangraba, tiñendo de bermellón las aguas puras y cristalinas, en apariencia, de la charca.
Los más cuerdos, los menos poetas, los más rectos, los menos confidentes, los menos románticos, los más atrevidos, preguntarán: ¿Por qué no gritó?
A lo que yo respondo: “Porque el amor lo enmudeció”
Sí, eso es, lo que pensáis es cierto. Murió por amor, y por las Historias y las historias que nunca ayudaron a que pudiese hablar de amor.
Lo que hizo del pulso su piel, fueron aquellas dagas, todo se mezcló en la destrucción de su cuerpo. Y ahora se pasea por este Mundo, vagando, encontrando corazones, y hospedándose en ellos.
Pero para lo bueno y para lo malo.
Para desear y para matar.
Para construir y destruir.
Para llevarse más vida.


Vale, es suficiente, para mañana los ejercicios 2 y 3 de la hoja de cinemática

Café amargo

19 de mayo de 2009

Dejó que la música investigara por él, que fuese su guía, como lo es el can labrador del ciego de los caminos de la vida.
Pobre perro y pobre ciego.
Pobre ciego por no poder ver, y pobre perro porque nunca verá otra cosa que lo que puedan ver sus ojos, nunca más allá, siempre con un destino fijo.
En ese sentido, el ciego es más libre, porque no puede mirar el mundo que nos rodea, pero sí puede ver alegrías rotas por carcajadas o llantos acompañados de suspiros.
Y eso lo hace sin mirar.
Y la música investigó. Profundizó.
Años mas tarde, cuando se levanto una mañana fría y soleada, típica de los caramelos dulces y breves que nos regala Enero en el hemisferio norte, apagó el despertador de un manotazo.
En esos momentos prefería que la música no profundizara, ni le acompañara.
Se tomó un café sólo, aunque lo odiaba. Amargura. Y más amargura que llegaba desde el altavoz incorporado de su teléfono, aunque para funcionar necesitase llevar conectados los auriculares.
Ya no escuchaba música. Aquello le producía dolor de cabeza.
Prefería privarse de unos momentos de relax antes que vivir refugiado en ellos por el resto del día.
¡Y encima le tocaba guardia!
Parecía que todo estaba en su contra. Miró el reloj de la cocina y el resto del día vivió atrapado en los cinco minutos de retraso que marcaba.
Llegó a casa. Y pudo descansar.
Otro día más en el que el mundo parecía gritarle que despertara, pero a él, pobre, le parecía un canto fantasmagórico que prefería no escuchar.
¿Amargura? No, el café amargo de siempre no era sinónimo de amargura.

New York y otras cosas.

28 de febrero de 2009

Cuando crees que nadie te escucha, encerrado en la intimidad del mundo, sin escuchar los suaves tintineos que sobrepasan los espejos no pulidos, subes al ático con techo de cristal, de la mítica ciudad, del sitio donde los sueños son efímeros empaquetamientos hechos de cristales de azúcar.
Y ante ti, se rinde, poderosa, con millones de luces a tus pies. Y sobre ti, de una manera sobrenatural,otras tantas luces.La ciudad se comporta casi como una jungla cuando rompe el día, y frente a ti, en algún lugar de tu visión retrospectiva, encuentras a la Gran Libertad amenazándote con descargar una tormenta de fuego que sólo dejaría de ti las cenizas.
Se ríe de ti por ser un simple humano.
Y tu te ríes porque ella es una simple estatua.
Y tu risa queda atrapada en algun alíseo impertinente que pretende eliminar del mundo la alegría.
Lo consigue poco a poco.
Años después, cuando ni tú ni nadie subirá las escaleras en caracol que llevaban al ático de tu casa, cuando la Naturaleza acabe por demostar que es la mayor fuerza que existe, y que todo el poder del mundo recae sobre su espalda y sobre su cetro imperial; cuando cansada de repetirnos que con ella no se jugaba, que acabaríamos pagando las consecuencias tarde o temprano, la Estatua termina por ceder al viento alíseo que te robó la sonrisa, para arrebatársela ahora a ella.
Un mero servidor de la Naturaleza.
Y la estatua, la Gran Libertad, es absorbida por la Natura y gana la batalla el contendiente predestinado.
Nadie.
Nadie quedará para llorar la derrota de una Libertad que muchas veces quedó olvidada por sus creadores.

Entre o galego, Rubik e Marte.

Hoxe é un deses días nos que pensas que es un inútil por non facer que signifique algo, un belisco de algunha cousa apartado no tempo, na vida social dos demais.
É mais, pensas que es un rematado inútil.
Esa inutilidade ven acentuada polos impulsos tolos que percorren o teu corpo cando despois de dar unha última viraxe es quen de finalizar o maldito cubo de Rubik.
Sera fillo de puta ese Rubik!
Logo, cando o rematas, diste a ti mesmo, volvámolo intentar!Tirando pola borda todos aqueles odios a ti mesmo porque duas malditas esquinas de merda non queren colocarse no sitio adecuado, máis si se senten traballadoras cando de minarche o humor se trata.
Tolerías esnaquizadas como os memos cubiños que forman o señor cubo.
Merda todo. PVC a base. Plastiquiño coloreados na superficie. Un invento dos humáns, que coma moitos, quere facer tolear os humáns, unha especie de rompecabezas intelixente, que loita co seu creador.
Ás veces penso se non seremos nos menos intelixentes, a pesares de andar inventando cada vez mellores tecnoloxismos para facer a nosa vida máis cómoda, e a poder ser, mais fructificante.
Onte lía nunha revista, o Semanal XL, que atoparan rochas calcáreas en Marte, algo que intensificou as gañas dos científicos que loitaban pola máis pequena mostra do líquido esencial en Marte, xa que o parecer, o proceso desas rochas tivo que producirse en presencia da magnífica auga.
E agora ven peor.
Deixemos de loitar por este planeta, total, se atopan auga en Marte, colonizarémolo.
Imbéciles.
E que non se dan conta do que fan? Ás veces dubídoo, dende a máis mínima vista dun ignorante rapaz galego, que aínda non acadou a maioría de idade.
Realmente, non sei a que ven todo isto, tampouco sei porque hoxe estou así, cando onte estaba exultante (os meus netos poderán vivir en Marte), agora, mentres o maldito cubo de Rubik me mira dende a impresora bótome a escribir en galego cunhas gañas que me saen do quebranto pausado sempre latente que está a padecer a miña lingua.
Quizais nunca quixen odiala de verdade. A fin de contas é parte da miña identidade, pero odiaba ocupar tres horas máis do meu horario con esto.
Paréceme que unha llingua é un instrumento para comunicarnos, entendernos e comprendernos, non para ser chapada nin recitada.
Quen o queira facer que o faga, pero a min me resulta vomitivo.
Posiblemente non volva escribir en galego, así que gardo cunha pizquiña de cariño algo máis normal do normal esta pequena entradiña que seguramente, en medio hora, olvidarei ata eu mesmo.
Cousas da idade.

(23 de febreiro de 2009)

Que errado estaba! Volvín a escribir en galego, con moitas máis gañas, con moito máis fervor, e sentindo que de veras formaba parte do que eu era.
En canto a Rubik, xa non ten misterios pra min.

Porque a veces quiero soñar...

Hoy os contaré la historia del hombre que quiso volver a ser niño.
Casi se adormecía al lado de un tomo grueso, cuyo lomo tenía grabado una salamandra en blanco y un fondo violeta grisáceo.
Pasaba las páginas con cariño, casi con afecto, por todas aquellas subordinaciones y coordinaciones que le sorprendían, le hacían pensar, recordar la mayor parte de las veces, pero sobre todo, disfrutar.
Y mientras adormecía, quería soñar con que todo lo que había vivido siendo un niño de once años lo puediera repetir ahora, mucho mayor.
Decía, a veces, que eso no podía ser.
Pero siempre que tenía un rato, seleccionaba una de aquellas siete llaves que le hacían volver al pasado.
Quería ser parte de la historia otra vez.
Quería soñar que pisaba aquellas finas escaleras de mármol que presidían el cavernoso e iluminado vestíbulo, pasear con una bufanda por los pasillos del sótano, llevar bajo sus brazos muchos de aquellos mágicos libros, aprender a transformar una rata en una taza, como utilizar el bezoar para preparar pociones o antídotos; quería ver aquel majestuoso salón donde cientos de personas se alimentaban, decorado con maravillosas guirnaldas en Navidad, o con cientos de calabazas gigantes en Halloween; quería ver el cielo estrellado desde el calor de las chimeneas, compartir un cuarto con camas con dosel, y de vez en cuando, para romper la rutina, jugarse el tipo llevando una cría de dragón a cuestas, buscando el Elixir de la Vida, o enfrentándose al mago más tenebroso de todos los tiempos para salvar su propia vida.
Quería ser elegido por el Sombrero Parlante, dar muestras de su valía montado en una escoba, echar de menos a unos padres que no recordaba, caminar por el pequeño pueblo cercano bebiendo cerveza de mantequilla, o charlar con los amigos jugando al ajedrez.
Quería saber que se sentía al ser elegido campeón para representar a su colegio, o tener la alegría de ayudar a conseguir un trofeo al final del año.
Tenía ganas de percibir la magia que flotaba por doquier, de ganarse a una amiga pra siempre salvándola de un trol, o de bailar con una chica bellísima en el Baile de Navidad.
Pero esto nunca pasaba.
Por más que intentara querer soñarlo nuca lo soñaba.
Nunca.
A veces decía que así era mejor.
No le apetecía volver a las andadas.
Pero a veces sentía que su Peter Pan había vuelto para hacerle vivir las aventuras que un día soñó vivir, y que nunca pudo cumplir.
Mas una cosa, que lo alegraba, en el fondo, pudo hacer.
Que fue, gracias a una escritora de soberbio talento, sentir.
Y así despertó de vez, deseando poner por escrito estas palabras en un moderno "papel", por supuesto, con la estantería con los restantes seis ejemplares a su izquierda, y su aventura actual cerrada, por el momento a su derecha.
Por una vez, sintiendo que el Cáliz, lo elegía sólo a él.

(7 de diciembre de 2008)

2 años después me reconozco ampliamente en este texto, que demuestra que ya entonces me gustaba esto de enredar palabras para crear algo más.
He aprendido, que en los sueños se alza el pilar más grande de nuestro futuro, y sobre ese pilar, tejemos nuestra vida, intentando alcanzar metas.
Sin embargo, no es una persecución. No es necesario alcanzarlas rápido, ni en un tiempo récord.
Todo eso está sobrevalorado, en un mundo en el que si no respiramos rápido es porque no hay más aire que aquel que nos deja la contaminación universal.
Después de 750 días, he sufrido, y llorado. He disfrutado, he reído y he vivido. He conocido a gente inolvidable y me he olvidado de gente que fue.
Pese a todo, nunca he dejado de soñar. Y mis pies siguen cuasi limpios, pues pocas veces, las necesarias, tocan el suelo de este inhóspito mundo al que conocemos como Planeta Tierra.

sábado, 5 de febrero de 2011

Sueños

De sueños nació el mundo que hoy vemos. De un sueño se creó la primera vez de muchas vidas que alejadas y desorientadas decidieron encaminarse en el sueño. Sueños que nos protegen y nos imbuyen de la fuerza necesaria que precisamos para enfrentarnos a la Realidad. Sueños, que pese a llevar en su escrita significados tan claros como imposible, irrisorio, supérfluo o iluso, desafían toda lógica lingüística y a veces se hacen reales invitándonos a seguir soñando. Sueños que viven de nuestras vidas, y soñadores que vivimos de nuestros sueños.
Es importante recordar que los sueños nos hacen grandes, y que los sueños, no siempre sueños son.

miércoles, 26 de enero de 2011

Rima XVI

¿Cómo no te voy a querer?
Si es tu risa mi alegría,
y tus manos son mi piel.

¿Cómo no te voy a amar?
Si eres la que cuándo estoy sólo,
me llamas, pidiéndome entrar.

¿Cómo no te voy a querer?
Si a cada rato me estás pidiendo
que te describa otra vez.

¿Cómo no te voy a amar?
Si veo en las lágrimas de tus ojos
perlas sacadas del mismo mar.

¿Cómo no te voy a querer?
Si así mi corazón lo dice,
y no hay nadie que me haga entender.

¿Cómo no te voy a amar?
Si mis sueños son tu cuerpo,
y tú en mente siempre estás.

¿Cómo no te voy a querer?
¿Cómo no te voy a amar?
Si son mis dedos los que empujas,
dibujando tu compás.

¿Cómo no te voy a amar?
¿Cómo no te voy a querer?
Si es por ti, Poesía,
por quién mi corazón palpita,
hasta que vuelves a aparecer.

¿Cómo no te voy a amar,
si somos los dos, viajeros,
y caminamos a la par?

¿Cómo no te voy a querer,
si eres en mi vida compañera,
amiga, y mujer?

¿Cómo no te voy a amar?
Si eres tú la que despierto,
me invita a soñar.

¿Cómo no te voy a querer?
Si eres la que rimando teje
mi forma de ser.

¿Cómo no te voy a amar?
Si por más que te definan,
para mí distinta serás.

¿Cómo no te voy a querer?
Si es por ti por quién rimo,
para dejarte entrever.

Mientras me acaricies y me arrulles,
mientras me entiendas y me empujes
¿cómo no te voy a querer?

¿Cómo no te voy a amar?
Si eres tú, Poesía,
dulzura, belleza y fragilidad.

¿Cómo no te voy a querer?
¡Si somos dos un mismo ser!
¿Cómo no te voy a amar?
Si sabes que sin ti a mi lado,
yo ya no sé estar.

No te escondas,
déjate ver.
Yo te amo, Poesía.
Y el mundo contigo,
ya es mundo otra vez.

sábado, 22 de enero de 2011

Rima XV. Diálogo del iluso

Podrás decir
que por no doler,
prefieres no sentir.

Podrás hablar
de las voces que callaron
sin pararte a pensar.

Podrás decir,
de los muertos que cayeron,
que no se atrevían a vivir.

Podrás cantar,
ayudado por sicarios,
odas a la libertad.

Podrás creer,
que son demonios los que,
distinto a ti se hacen ver.

Podrás pensar,
que cortando a otros las alas,
tu vuelo será regular.

Podrás dudar,
que eres el único del mundo,
viviendo en tu soledad.

Podrás imaginar,
que sin otros a tu lado,
tus pies caídos siempre levantarán.

Podrás decir,
y yo desdecir.
Puedes intentar vencerme,
pero en poesía,
yo soy mas fuerte.

Podrás tenderme,
tu falsa mano,
y yo saldría del encuentro,
indemne.

Podrás querer,
apagar mi voz.
Pero mi voz
no grita.
No vive en mi corazón.
Mi voz se escribe,
en drama y compasión.
En un teatro negro,
con un rojo telón.
En una hoja en blanco,
con un negro tachón.
En un abrazo fuerte,
en la mirada del soñador.
En los labios que suspiran por un beso.
Y en el beso que en el tiempo se cortó.

A mí nadie me vence.
Mis palabras son testigo de mi "yo"

miércoles, 19 de enero de 2011

Pirimpimpín

Teño dentro do meu peito,
unha laranxa partida.
Para darlle o meu amor
oh pirin pirínpimpín
Para darlle a miña vida

Manolo vira pr'acá
María vira pr'aquí

Rebola o pai
Rebola a nai,
rebola a filla,
eu como son da familia,
tamén quero rebolar.

martes, 11 de enero de 2011

E tu?

Sará meglio lasciarlo.
Tu pensi?
Si, penso.
Non so... Non sono sicura.
Invece, io se.
Va bene, saró come dica.