domingo, 26 de septiembre de 2010

Diario de un estudiante salmantino

19/09
06:49 AM

Los días se pasan con desagradable lentitud, y los sueños brillantes y coloridos que prometía la voz de la inocencia (inconsciencia) no son más que mierda y cansancio acumulado tras días de resaca.
La inexactitud a la que el "día a día" me somete es una gran carga que con sólo pensar que existe me hace sentir idiota, usado, y enfadado con el mundo.
Otra vez asumo mi error de estúpida mezcla entre esperanza y ganas de falsear a la devandita experiencia, y doy la razón a las barbas blancas y a las cabezas calvas pensantes.
Nada más que el inicio verdadero del porqué me encuentro entre estas cuatro paredes me hace pensar que algo haya valido la pena.
Las lágrimas se acumulan y las ganas de salir corriendo aumentan cuando las voces dulcificadas (y experimentadas) te dicen: No estás solo, estamos aquí".
Y gritar no sirve de nada cuándo el mundo no te escucha y tu arrogancia es tan grande que te impide ser franco contigo mismo. (y con los demás)

07.00 AM

lunes, 6 de septiembre de 2010

Cuando estás tú.

Busco en cualquiera de los cajones algún recuerdo que me ayude a sobrevivir, a sobrellevar los momentos en los que (me) faltas. Suelo encontrar algo que me sirve de poco, que realmente es un velo que cubre de forma insatisfactoria mis anhelos.
Cuando apareces, sombra gris, me alegras el día. Consigues que el velo se deshaga y la sonrisa dibuje mi rostro con ganas.
Y tú, no sabes nada.