miércoles, 21 de julio de 2010

Rima VII

El cielo era azul,
el sol, amarillo.
Las gaviotas,
incomprensibles,
ágiles,
virtuosas del aire,
volaban,
lejos de mi.
Y yo era feliz.

El cielo,
ahora negro,
el sol,
un agujero.
El aire sopla,
huracanado,
rompiendo las alas,
virtuosas,
impidiendo,
que el músico,
haga su trabajo.
Y yo,
yo ya no soy feliz.


Espero,
por esperar,
que el cielo,
vuelva ser cielo,
que el sol,
vuelva a ser sol,
que lo virtuoso,
se quede en reposo,
en mí.



Y así,
volveré a ser feliz.

1 comentario:

Beatriz dijo...

Adrii me encanta tu poesia
es tuya no?
me gusta, me gusta!