sábado, 7 de agosto de 2010

El mundo y su destrucción (Rima XI)

Con cada bocado,
arden las palabras.
Resuenan fuerte,
los relámpagos.
Oscuridad y luz.
Siempre de la mano.
El mundo y su destrucción.

Con cada latido,
aletean los motivos.
Resuenan fuerte,
los ecos del sonido.
O al menos,
suenan, en el pozo del corazón.
El mundo y su destrucción.

Con cada sonrisa,
aire llega y me acaricia.
Recuerdo el sol de verano,
los pájaros, el páramo.
Olvido al olvido,
sobrevivo porque en ti vivo.
Tu y yo.
El mundo y su destrucción.