viernes, 15 de enero de 2010

Lo malo de estar despierto a las 0:40

-Oye, sabes de sobra que estoy aquí.
-Lo sé.
-Lo sabes, y sin embargo, no hablas. ¿Qué pasa?
-¿Que qué pasa? Es evidente lo que pasa. Y lo llevo bien, lo sabes. Pero...
-Pero. No te preocupes. Te comprendo.

Se decidió a dar carpetazo a todo aquello. A olvidar, a centrarse en lo que de verdad le importaba. A no escuchar la música de las calles de Barcelona, que tanto le gustaban en invierno.
Decidió olvidarse para no torturarse, y pensar que ya quedaba menos.

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