Porque aunque no me dejes quererte, siempre me fue lo imposible.
Las manos tersas, correosas del trabajo con redes, del contacto con los peces caídos, del calor y el frío en continuo cambio, decidieron contar los viajes que vivieron, las aventuras que podían verse desde el camarote. Y comenzar con la más profunda de las inspiraciones: sirenas con las piernas de neón.
lunes, 11 de febrero de 2013
Let me love you.
Voy a quererte siempre. Porque aunque me sangren las entrañas, aunque se rompan uno a uno mis vasos (arterias, venas, capilares), aunque no haya oxígeno en mi cuerpo, ni agua, ni nada, seguiré queriéndote. Porque aunque me duela más que una quemadura, más que la más dolorosa de las muertes, no podré evitar ver esos ojos y no quererlos. Porque aunque esté muerto, te seguiré queriendo. Porque aunque me mates, te seguiré queriendo. Porque aunque tu cielo y mi infierno sean los lugares más alejados del universo, allí estaría yo, en tu cielo, con mis hombros, para apoyarte siempre, y seguir escribiendo las rimas de mi vida. Porque no volveré a amarte, por lo que he vivido, pero tampoco volveré a dejar de quererte, por lo que he soñado. Porque nunca querer me salió tan caro, porque nunca mis dedos se quebraron tanto al tener que escribir.
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