Las manos tersas, correosas del trabajo con redes, del contacto con los peces caídos, del calor y el frío en continuo cambio, decidieron contar los viajes que vivieron, las aventuras que podían verse desde el camarote. Y comenzar con la más profunda de las inspiraciones: sirenas con las piernas de neón.
viernes, 9 de enero de 2015
Sabes que te has equivocado cuando...
Sabes que te has equivocado cuando desmenuzas tu alma a cambio de silencio.
Sabes que te has equivocado cuando te ilusionas para caer desde un alto, más alto que el anterior. Sabes que te has equivocado cuando le dices "Es mejor dejarlo así" y tu corazón le está haciendo ver que la necesidad que tiene de ser reparado. Y solo una persona puede repararlo.
Sabes que te has equivocado cuando no obtienes más que palmadas en la espalda, un adiós a dos marchas, tu punto y coma en su punto final.
Sabes que te has equivocado cuando te toca reconstruir otra vez, solo, y encima, casi poniendo la otra mejilla. Porque ser malo, no te sale. Porque te quema más intentar ser lo que no eres, que sufrir y callar.
Sabes que te has equivocado cuando todo vuelve a ser como siempre, corazón a contracorriente.
Y es que, hasta la contracorriente más fuerte se cansa de existir.
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