lunes, 8 de marzo de 2010

Poesía. Rima II

Caderas, cuerpo y beso;
todo uno,
yo, en tu regazo,
lo espero, lo anhelo,
lo deseo.
¡Dame ese beso!

Esfera blanca,
ojo y mirada;
toda una,
contraste negro,
el de tu pupila mágica.
Cierras tus ventanas
¿y tu mirada?
¡No me la das!
¡La guardas!

Labios rojos,
cálidos, tuyos.
Bocado ardiente de pecado.
¿Dónde está ese beso
que tanto niegas?
¿Será que no me lo das?
¿Será que para otro lo dejas?
Tú no respondes.
Tú nunca dices nada.

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